Ver, Oír y Viajar: la vuelta al mundo solidaria de esta pareja valenciana
0| Actualizado el 9 diciembre 2019
Rosalía y Juan Carlos se encuentran cumpliendo un sueño: una vuelta al mundo solidaria y concienciada con el medio ambiente que relatan en el blog Ver, Oír y Viajar. Han empezado esta aventura en África y hoy nos cuentan sus vivencias, impresiones y sentimientos tras casi 8 meses de ruta.
¡Qué alegría hablar con vosotros chicos! Para los que no os conozcan, ¿quiénes son Rosalía y Juan Carlos?
Rosalía y Juan Carlos son dos jóvenes de Utiel (Valencia), que un día decidieron dejarlo todo para cumplir un sueño: dar la vuelta al mundo. Quisieron además unirlo a dos de sus pasiones: el respeto por la naturaleza y la ayuda a los demás.
Juan Carlos, Doctor en Oceanografía, es un amante de la montaña, le apasiona la geografía y se caracteriza por ser una persona curiosa e inteligente. Rosalía es Lda. en Derecho y ADE, tiene una paciencia innata (e infinita) para todo y una facilidad asombrosa para adaptarse a cualquier situación.
¿Por qué decidisteis emprender esta aventura? ¿Cuál fue el punto de inflexión que os conduce a poner vuestro proyecto en marcha? ¿Cómo reaccionó vuestro entorno?
La idea de dar una vuelta al mundo provenía de Juan Carlos. Desde que siendo un adolescente salió al extranjero con una beca de estudios, se dijo a sí mismo que algún día tendría que recorrer el mundo… Pero sin tiempo. Esa idea fue madurando y haciéndose cada vez más fuerte con sus viajes y expediciones oceanográficas. El hecho de que Rosalía apareciera en su vida no supuso un freno a su sueño, sino que se hizo más grande: ahora ya no se iría solo, el viaje de uno se convertía en un viaje en equipo.
El punto de inflexión fue la lectura de tesis de Juan Carlos. Tras años de duro trabajo, decidimos que una vez acabado el doctorado ya nada nos iba a parar.
Nuestro entorno ya nos conocía y, aunque no imaginaban que fuéramos a tomar la decisión de dejarlo todo y salir a descubrir el mundo, tampoco fue para ellos un choque. Durante el año y medio que duraron los preparativos se fueron haciendo a la idea y ahora sabemos que sin ellos y sin su apoyo, este viaje no habría sido posible tal y como es. Por eso desde aquí les damos las GRACIAS.
¿Cuáles fueron los preparativos para este gran viaje?
¡Los preparativos fueron muchos! Como decidimos hacer el viaje en coche, la primera tarea fue la de encontrar el vehículo perfecto: Rocinante. Con el coche ya en casa comenzamos a adecuarlo a nuestras necesidades y a hacerle todo tipo de reparaciones y puesta a punto.
De forma paralela, fuimos abordando las cuestiones relativas a vacunación, documentación necesaria, seguro, itinerarios, equipaje, material fotográfico, etc. Realmente nunca hubiéramos dejado de preparar el viaje, así que en cuanto tuvimos el coche listo, partimos.
¿En qué os basasteis/basáis a la hora de trazar el itinerario y elegir los países?
El itinerario nació de nuestras ganas por conocer y explorar el continente africano, así que decidimos que ésa sería nuestra primera etapa. La ruta la trazamos siguiendo, más o menos, la información proporcionada por otros viajeros y la situación de seguridad de cada país. África no deja mucho margen de actuación y hay que estar bien informado y actualizado sobre la situación actual de cada país porque las cosas cambian de la noche a la mañana.
Ahora la ruta la trazamos día a día, dejándonos llevar por nuestras sensaciones y por las ganas de conocerlo y explorarlo todo.
El primer lugar que habéis visitado ha sido Marruecos. Se suele decir que muchas partes de Marruecos ya se parecen a Europa, ¿habéis tenido esa sensación u os habéis topado con un Marruecos más auténtico? ¿Qué es lo que más os ha sorprendido de este país?
Bueno, quizá sea porque la proximidad geográfica ha hecho que tanto la cultura marroquí como nuestra cultura occidental se hayan visto influenciadas mutuamente y llegar a Marruecos no suponga un cambio tan radical en comparación con otros países africanos…
Pero Marruecos sigue siendo Marruecos, con sus bazares, su comida en la calle, su caos circulatorio, sus autobuses atestados, sus animales por la calle, sus olores, sus colores, su música, sus gentes, su todo. Para nosotros es como viajar al pasado. ¡Y esperamos que siga manteniendo su esencia!
Lo que más nos sorprendió fue la realidad. Chocarte de frente con lo que no estás preparado para ver: niños pidiendo en la carretera, basura por doquier… Esa parte de la realidad que sabes que existe, pero que hasta que no la ves no eres consciente de ello.
Una de vuestras últimas paradas ha sido Angola, ¿cómo nos lo describiríais?
Angola es un país inmenso, escasamente poblado e increíblemente bello. Hace apenas quince años que terminó la guerra civil más larga del continente africano, lo que ha causado muchos estragos en el país: éxodo de población, hacinamientos en la capital, deforestación, extinción de animales, destrucción de infraestructuras, pobreza, etc.
Sin embargo, gracias a su riqueza petrolífera (principalmente) el país ha experimentado un desarrollo vertiginoso en los últimos años. Lo que también ha supuesto un grave problema social: la brecha entre ricos y pobres se ha hecho cada vez más amplia. Así, grandes edificios en Luanda se codean con casas de chapa y montañas de basura, coches de gran cilindrada circulan por carreteras de pista o asfalto roto y la corrupción es un problema del día a día.
Angola tiene paisajes naturales vírgenes y muy bellos, por ello, nos sentimos inmensamente afortunados de poder acampar libremente en sus playas y sabanas, disfrutando de la libertad que no hemos encontrado en otros países de África Occidental y Central.
La tierra es muy productiva, con un régimen solar y de precipitaciones privilegiado, y de sus aguas se obtiene una variedad de marisco y pescado sorprendente (gracias a la corriente de Benguela, una de las más ricas del planeta). No es de extrañar, por tanto, que su gastronomía, con cierta influencia portuguesa, sea (y esté) muy rica.
Pero sin duda es su gente la que nos ha cautivado. Todo el mundo está orgulloso de poder mostrarnos su país y de que disfrutemos visitando y recorriendo todo su territorio. Siempre nos reciben y nos despiden con un “obrigado” y una sonrisa en los labios.
¿Qué choques culturales habéis vivido hasta el momento? ¿Podríais citarnos alguna tradición o costumbre que os haya llamado la atención hasta ahora?
Choques culturales hemos vivido continuamente, cada día desde que pisamos el continente africano. El día a día, la vida en familia, el rol del hombre y de la mujer, el respeto por la naturaleza, etc. Han sido algunos de los aspectos de la vida africana con los que nos hemos topado de bruces y nos han hecho replantearnos una y mil veces nuestras ideas preconcebidas.
Cuando viajas a países con culturas tan diferentes a la tuya es mejor desaprender todo lo que sabes para poder enfrentarte al día a día.
Quizá lo que más nos ha llamado la atención hasta ahora ha sido la cultura Bijagós, de las Islas Bijagós (Guinea-Bissau). En estas islas se sigue viviendo como antes de la colonización portuguesa (y gracias al hecho de que resistieron a la ocupación). Viven bajo un sistema matriarcal en el que la mujer es el centro de la vida familiar y todo gira en torno a ella: la familia, la alimentación, el hogar, la vida social… Por ejemplo, son ellas quienes eligen a sus maridos y construyen la casa familiar con sus propias manos.
Además, los Bijagós son animistas por lo que sienten y profesan un auténtico respeto por la naturaleza lo que ha permitido mantener vírgenes muchas de las islas que conforman el archipiélago. Tuvimos la fortuna de visitar una de las islas (Formosa) de la mano de un chico Bijagós que había emigrado a EE.UU para estudiar y que había vuelto para trabajar por su país. Nos presentó a su madre y el resto de su familia y nos contó cómo era su vida en Formosa… Fue verdaderamente increíble.
¿Podríais regalarnos alguna anécdota divertida?
Aunque a priori no pueda sonar divertido, los momentos más cómicos han sido los que hemos vivido de la mano de militares, policías y demás fuerzas de seguridad en los controles que nos hemos topado continuamente en mitad de la carretera.
Muchos han sido bastante fatigosos y pesados, pero con otros nos hemos reído muchísimo al tratar de esquivar sus peticiones de dinero, alcohol, comida, y demás. Suelen ser tipos normales que se acercan como hombres duros y que después de unos minutos de conversación acabas echándote unas risas con ellos (o de ellos).
Nos han llegado a parar militares vestidos de uniforme, AK-47 en mano, pero con calcetines blancos y chanclas… Otros con zapatos relucientes estilo Payaso Fofito se nos han subido al capó del coche… Hubo otro, muy serio y rudo que iba sacando pecho con una camiseta de publicidad de Leche RAM y otro que en República Democrática del Congo se nos presentó diciendo que era el Comandant Compliqué. También hay soldados de baja estofa que se presentan como mariscales y no saben ni leer el pasaporte…
En fin, todo un elenco de artistas que pueblan las carreteras africanas cada 20km.
Estáis colaborando con algunos colegios mediante correspondencia. ¿Cuál es el objetivo de este proyecto?
Sí, estamos colaborando con cinco colegios en España: CEIP Humanista Mariner (Valencia), CEIP Canónigo Muñoz (Utiel), Colegio Santa Ana (Utiel), CEIP Las Higuerillas (Requena) y CEIP Sanchís Almiñano (Alaquàs). Y también con el Colegio Charles Lwanga de Ferkessedougou (Costa de Marfil).
El objetivo reside en que los chicos y chicas viajen con nosotros, a través de nuestras entradas en el blog, nuestros vídeos y nuestras fotos, gracias al contacto con sus profesores y familia.
De esta forma, queremos transmitirles una visión del mundo real, lejos de la información mediatizada que llega a través de la televisión y resto de medios de comunicación. Queremos que vean y vivan lo que vemos y vivimos nosotros y sean conscientes del mundo en el que vivimos, de su pluralidad, multiculturalidad y la increíble naturaleza que tiene.
Queremos generar en ellos tolerancia, respeto, solidaridad, humanidad… Valores que se adquieren viajando, viviendo lejos de casa y mezclándote con otras culturas en otros rincones del mundo.
En ruta estáis también colaborando con varias ONG, ¿qué misión o misiones vais a llevar a cabo?
Hemos colaborado ya con varias ONG. Desde Utiel salimos con materiales (ropa de bebé, juguetes, material escolar, alimentación infantil, pañales…) que fuimos repartiendo a diversas ONG a lo largo del camino. En concreto, en Marrakesh (Marruecos) en un orfanato, en Dakar (Senegal) en una guardería de niños huérfanos de madre y en Abengourou (Costa de Marfil) donde llevamos juguetes a una ONG infantil.
También hemos hecho voluntariado en Kafountine (Senegal) donde trabajamos en un proyecto de permacultura para la ONG española Artoasis.
Nuestro próximo voluntariado será en Sudáfrica, donde estaremos unas semanas ayudando en labores de permacultura en la ONG HappyToes.
¿Qué es lo que más echáis de menos? ¿Y lo que menos?
Lo que más, el abrazo de nuestra gente. Lo que menos, ¡todo lo demás!
¿Os inspirasteis en otros viajeros/as? ¿A quién os gustaría inspirar con vuestro blog?
Más que inspirarnos, el viaje nos ha permitido generar contacto con otros viajeros con los que compartimos mucho más que la pasión por viajar. Hemos descubierto personas muy similares a nosotros, con la misma idea sobre el mundo, la educación y el respeto a la naturaleza… Lo que ha enriquecido mucho más nuestro viaje.
Nos gustaría inspirar a las personas que sientan amor y respeto por la naturaleza, por las personas y por el mundo que nos rodea.
¿Algún consejo para aquellos que sueñen con emprender esta aventura pero que tienen miedo a lanzarse?
Le diríamos que lo más difícil es marcharse, desconectar de la vida establecida, de lo cotidiano, de la rutina, de la familia y los amigos, pero que es tan enriquecedor lo que vives por el camino que no hay un momento en que te arrepientas.
Aprendes, creces como persona y mejoras como ser humano. No hay nada mejor que viajar.
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