¿El origen del pisco? ¿Y del hummus? – Las mejores guerras gastronómicas de la historia
0| Actualizado el 29 junio 2020
Mi madre siempre me ha dicho que con la comida no se juega y lleva razón. A lo largo de la historia, las disputas sobre el origen de ciertos platos tradicionales han llegado a causar verdaderas crisis diplomáticas: tribunales, amenazas, alianzas políticas rotas… Todo por demostrar lo que a uno le pertence. Algunos se han resuelto de manera pacífica y otros siguen sin resolverse. ¿Quieres saber cuáles son? Aquí tienes las mejores guerras gastronómicas de todos los tiempos.
Perú y Chile: el pisco, las patatas y el ceviche
La Guerra del Pacífico enfrentó a estos dos países transandinos en el Siglo XX. Hoy en día parece que sigue habiendo algunas heridas sin cicatrizar y sobre todo en términos gastronómicos.
El pisco
Las dos naciones te dirán que este aguardiente les pertenece. Para algunos está claro, el pisco viene de la región de Pisco, que está en Perú. Sin embargo, los chilenos nombraron un pueblo con el nombre de Pisco Elqui en 1936 (y problema resuelto). Por otro lado, según algunos historiadores, los primeros en usar el término pisco fueron los chilenos en 1882, mientras que en Perú, los primeros informes datan de 1922. En 2013, la Unión Europea concedió a Perú la denominación de origen del pisco. Esta decisión garantiza la protección y comercialización de la bebida dentro de la UE, pero no en el resto del mundo. Así que… ¡la guerra del pisco continúa!
La patata
Todo empezó cuando el profesor Andrés Contreras de la Universidad Austral de Chile intentó registrar como patrimonio nacional unas 280 variedades de patatas procedentes de la isla sureña de Chiloé. (Esta isla ya había sido identificada como el lugar de nacimiento de la patata en el poema de Pablo Neruda, Oda a la papa). La réplica del Gobierno peruano fue aprobar una ley para para proteger la papa y amenazó con llevar el caso hasta las Naciones Unidas. Sin embargo, esto no pareció asustar a los chilenos. Más adelante, en 2008, Marigen Hornkohl, por aquel entonces, ministra de agricultura de Chile, afirmó que «el 99% de las papas del mundo tienen algún tipo de vínculo con las originarias de Chile». Por si fuera poco, Bolivia también se quiso sumarse a la disputa afirmando que se habían encontrado rastros de tubérculos más antiguos de tubérculos en suelo boliviano.
El ceviche
El ceviche es probablemente el plato estrella de la gastronomía peruana, siendo considerado parte del patrimonio cultural del país. Sin embargo, este plato tiene tantas variantes por toda Latinoamérica como formas de escribirlo (según la Real Academia Española se acepta cebiche, ceviche, sebiche o seviche). Por supuesto, los chilenos no iban a quedarse atrás en reivindicar también su autoría. La preparación del ceviche chileno es muy similar a la del peruano y las diferencias entre ambos no están muy definidas: unos dicen que es el cítrico utilizado; otros, el tipo de cebolla… Sea por lo que sea, está claro es que los chilenos no están dispuestos a eliminar este plato de su gastronomía local.
Polonia y Rusia: el vodka
En 1977, Polonia se enfrentó a la Unión Soviética al reclamar la paternidad del vodka frente a un tribunal de comercio. Los polacos afirmaban que el verdadero vodka era el suyo, ya que fueron los primeros en destilar esta bebida y exigieron que Polonia fuera el único exportador. Los soviéticos ganarían la batalla al demostrar que la primera destilería de vodka surgió en 1430 en un monasterio de Moscú. Hoy en día, su verdadero origen sigue siendo un misterio, pero lo que sí se sabe es que el término procede de la palabra eslava «voda» que significa agua.
Líbano e Israel: el hummus
El hummus, uno de los platos más famoso de Oriente Medio, tiene un origen muy controvertido. Hasta siete países se consideran la madre patria de esta preparación a base de garbanzos: Palestina Grecia, Turquía, Jordania, Siria, Egipto, Líbano y Israel. Sin embargo, estos dos últimos parece que se lo han tomado más a pecho.
El hummus ha provocado que estos enemigos históricos se enfrenten en un nuevo campo de batalla: la cocina. Una disputa que los medios de comunicación han bautizado como la «guerra del hummus» y que incluso fue llevada al cine con el documental Make hummus, not war del director australiano Trevor Graham (con Palestina también de por medio).
En 2008, la Asociación de Industriales de Líbano demandó a Israel por violar las normas de derechos de autor de alimentos. Además, el gobierno libanés también solicitó a la Unión Europea que registrara el hummus como un alimento exclusivamente libanés. Finalmente, el caso quedó archivado y no se dio la razón a ninguna de las partes.
Más adelante, los israelíes batieron el récord preparando el plato más grande de hummus con 4.082 kilos de garbanzos. A lo que los libaneses contestaron con otro récord: un hummus de 10.450 kilos. Lleven o no razón, lo cierto es que la aparición del hummus se remonta a la época del sultán Saladino en el Siglo XII, mucho antes de que se establecieran los estados de Israel y Líbano…
Singapur y Malasia: el yusheng (en Singapur) o yee sang (en Malasia).
Tras dejar atrás el dominio británico, Singapur y Malasia formaron durante un tiempo parte de la misma nación, por lo que no es de extrañar que compartan recetas comunes. Entre otras, encontramos esta ensalada de pescado crudo conocida como yusheng en Singapur o yee sang en Malasia y que es típico consumirla durante el Año Nuevo chino en ambos países.
En 2009, el gobierno malasio decidió añadir el yee sang a la lista de sus platos nacionales. Lo que parecía un acto inocente se convirtió en el detonante de una disputa. Un año más tarde, un profesor de universidad de Singapur compartió una publicación en Facebook en la que pedía que se incluyera la gastronomía singapurense (junto con el yusheng) en el patrimonio cultural inmaterial de la Unesco, algo que causó una gran controversia en las redes. Es difícil determinar el origen de este plato, ya que, según los historiadores, se originó a partir de una receta cantonesa importada por los chinos que se establecieron en ambos países.
Austria y Eslovenia: krainerwurst o kranjska klobasa
¡Estos países vecinos comparten su pasión por las salchichas! La disputa diplomática estalló cuando en 2009 Eslovenia intentó registrar la salchicha tipo kranjska (krainer en alemán) como un producto con denominación de origen protegida (DOP). Los eslovenos afirmaban que esta salchicha fue inventada en la región de Kranjska en el norte de Eslovenia en el siglo XIX. Viena, por su parte, argumentó que este embutido de carne de cerdo ahumada y ajo fue producido por primera vez en Austria con el nombre de kaesekrainer. En junio de 2012, Austria y Eslovenia pusieron fin al conflicto al aceptar que Eslovenia podía registrar su producto con la DOP, pero los productores austriacos podrían seguir vendiendo sus salchichas con el nombre alemán.
Grecia y Dinamarca: el queso feta
El queso feta fue la manzana de la discordia entre varios países de la Unión Europea durante algo más de una década. Todo comenzó en 1994 cuando Grecia decidió registrar «feta» como un producto con denominación de origen protegida (DOP). El país heleno quería que se reconociera que este era un producto exclusivo griego. El primero en reaccionar fue Dinamarca, el segundo productor de queso feta en Europa. A este le siguieron otros países como Bulgaria, Alemania, Francia o Países Bajos, donde también existe una producción importante de este tipo de queso. Para defender su caso, estos países argumentaron que el queso feta era una designación genérica y no estaba relacionada con un área geográfica específica. Finalmente, el Tribunal de Justicia de la UE confirmó en 2005 que para llamarse queso feta, este debía producirse siguiendo los métodos tradicionales y en áreas específicas de Grecia. Por lo que el resto de países han tenido que dejar de utilizar esa denominación para este tipo de queso.
Argentina y Uruguay: el mate
La infusión más famosa de América del Sur ya se consumía en la época precolombina. Se dice que los antiguos pueblos guaraníes fueron los pioneros en consumir la yerba mate. Posteriormente, esta costumbre fue adoptado por los colonizadores españoles, que quedó como parte del acervo cultural en algunos países, principalmente en Argentina, Uruguay, Paraguay. Estos países se disputan constantemente el título del rey del mate y se ha convertido en una cuestión de orgullo y cultura nacional. Algunos prefieren decir que el mate no es ni argentino, ni uruguayo, sino rioplatense, abarcando así ambos países. Este mismo debate existe entorno a la procedencia del asado, al dulce de leche, el tango y hasta… ¡Carlos Gardel!
Australia y Nueva Zelanda: la pavlova
Esta tarta a base de merengue tiene dividida Oceanía. Este dulce recibe su nombre en honor a la bailarina rusa Anna Pavlova, que estuvo de gira por Australia y Nueva Zelanda en los años 20. Chefs, críticos gastronómicos e historiadores de ambas naciones agudizan sus argumentos para demostrar que la pavlova pertenece a su herencia culinaria. Los australianos dicen que el chef Bert Sachse fue el primero en preparar este postre en 1935. Sin embargo, según la profesora de antropología de la Universidad de Otago, Helen Leach, se han encontrado pruebas de que esta receta ya existía en la tierra del kiwi en 1929. Por otro lado, desde 2010, el prestigioso Diccionario de Oxford sostiene que la pavlova procede de Nueva Zelanda, un duro golpe para los aussies. Sin embargo, los australianos no admitieron la derrota y añadieron en la definición de pavlova del Diccionario Nacional Australiano que trataba de un postre australiano. ¡Aquí todos quieren su parte del pastel!
Colombia y Venezuela: la arepa
Este pan circular de maíz ya formaba parte de la gastronomía de los aborígenes en tiempos precolombinos en los actuales territorios de Colombia y Venezuela. Hoy en día, las arepas forman parte de la identidad de ambas naciones. Por lo que no es de extrañar que los dos países quieran apropiarse de su origen. El historiador venezolano, Miguel Felipe Dorta, indicó en su libro ¡Viva la arepa! que los aborígenes que ocupaban lo que hoy se conoce como la región de Sucre, en el norte de Venezuela, ya llamaban «erapa» al pan de maíz que solían consumir. Sin embargo, Julián Estrada, antropólogo colombiano afirmó en una entrevista para la BBC que en Colombia el primer registro del uso del maíz es de hace 3000 años, mientras que en Venezuela es de unos 2800 años. Por la falta de fronteras demarcadas en aquella época, parece complicado establecer un origen, así que tan solo nos quedará debatir por cuál está más rica.
¿Conoces otras guerras gastronómicas?
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