5 ideas para un road trip por el este de Canadá

¿Estás de Working Holiday Visa en Canadá en la provincia de Quebec y necesitas ideas para un road trip por la zona? ¡Te dejamos 5 ideas para un road trip por el este de Canadá!

Road trip por la Península de la Gaspesia

Considerada como una de las 20 de las carreteras más bellas del mundo según Lonely Planet, ¡la Península de la Gaspesia es una visita obligada en tu paso por Canadá! Esta ruta panorámica, que recorre toda la costa de la península, pasa por magníficos pueblos y parques nacionales canadienses. Te recomendamos el de Forillon y el parque de la Gaspesia. En el primero, con un poco de suerte, podrás ver osos negros y, en el segundo, como mínimo verás unos cuantos alces.

La carretera también es conocida por sus numerosos faros. La mayoría se puede visitar y son perfectos para observar el océano en busca de ballenas. ¡Otro imprescindible en la zona es el Percé Rock! Por último, date un paseo por los numerosos puestos de productos locales.

Nuestro consejo: haz este road trip entre mediados de junio y mediados de septiembre (durante el resto del año, muchos lugares están cerrados) y en sentido contrario a las agujas del reloj para tener siempre vistas al océano. Además, hay guías gratuitas en las oficinas de turismo.

Road trip por la Route du Fleuve y Saguenay-Lac-St-Jean

La Route du Fleuve es una carretera que sale desde Quebec y bordea el río San Lorenzo. Esta te llevará a través de las famosas cataratas de Montmorency, la inmensa iglesia de Sainte Anne des Monts, pequeños pueblos a orillas del Saint Laurent para acabar en el pueblo de Tadoussac, conocido por ser un punto ideal para la observación de ballenas, belugas y otras especies marinas. Además, si lo deseas, puedes hacer un crucero de medio día en busca de estos mamíferos. A continuación, la carretera continúa hacia el norte, a través del fiordo de Saguenay. No pases por alto Sainte-Rose-du-Nord y sus vistas desde el muelle. Antes de llegar a la ciudad de Saguenay, puedes hacer una ruta por los Monts Valin. En la propia Saguenay, el principal atractivo es la antigua fábrica de papel: la Pulperie de Chicoutimi. Si te está gustando este road trip por el este de Canadá o te sobra tiempo, puedes continuar haciendo una ruta por el lago Saint Jean, así como el pueblo de Val Jalbert y su magnífica cascada.

En la zona, hay muchas especialidades locales que tienes que probar: queso, miel, chocolate… Además, si te gusta la historia, existe una fuerte comunidad de pueblos indígenas.

Nuestro consejo: este road trip también se puede hacer en invierno. No podrás avistar ballenas, pero podrás pasear en medio de efímeros pueblos de pescadores sobre hielo y ver las «momias» y los «fantasmas» de nieve en el Parque Nacional de Monts Valin.

Road trip por Mauricie

Esta ruta conecta el lago Saint-Jean con Trois-Rivières (una ciudad a medio camino entre Montreal y Quebec). Es difícil perderse, ya que ambos puntos están unidos por tan solo una carretera. Esta serpentea el bosque, a lo largo del río Saint Mauricie. La parte más bonita de este road trip por el este de Canadá es, sin duda, la que hay entre La Tuque y Shawinigan. Seguramente te cruzarás con algún que otro animal salvaje, así que conduce con cuidado, porque tienden a cruzar la carretera, especialmente al amanecer y al anochecer.

Por supuesto, no debes dejar de visitar el Parque Nacional de Mauricie. La ruta dentro del Parque es circular y te hace pasar por increíbles miradores, lagos, cascadas, ríos y montañas… ¡Te aconsejamos que le dediques un día!

Al llegar a Trois Rivières, si te sobra tiempo, ve hasta el pueblo de Yamachiche, conocido por sus casas típicas de ladrillo.

Nuestro consejo: es un road trip perfecto para hacerlo en otoño. Hay tantas especies en esta zona que podrás ver todos os colores típicos del otoño de Canadá, desde el amarillo brillante hasta el rojo intenso.

Road trip por la isla del Príncipe Eduardo

Esta pequeña isla tiene una diversidad de paisajes increíbles. ¡Todo comienza con el enorme puente que tienes que cruzar para llegar allí! La isla es conocida por su producción de patatas. Hay incluso un museo dedicado a la patata. Durante la temporada de la langosta, no dejes de probar este delicioso crustáceo, típico de la zona. Puedes comprarla directamente en uno de los muchos pequeños puertos que salpican la costa.

A medida que recorres la isla, te das cuenta de la diversidad de su costa. El color de la roca y la arena cambia de blanco a ocre en solo unos pocos kilómetros y cuyo paisaje cambia radicalmente según la marea. Hay muchas playas en las que podrás bañarte en verano. Sí, bueno, sabemos que Canadá no es conocida por sus playas, pero esta zona es muy agradable. Por último, haz una rápida parada en la capital, la encantadora ciudad de Charleston en la que podrás darte un paseo mientras te deleitas con un helado artesanal.

Nuestro consejo: pregunta en la oficina de turismo dónde se encuentra la playa con “le sable qui chante” (la arena que canta) o que hace “couic-couic”. ¡Es una experiencia superdivertida!

Road trip por Nueva Escocia

Aunque la región de Nueva Escocia también es conocida por su langosta, lo que no debes perderte aquí es el Parque Nacional Cape Breton en el extremo norte. Los paisajes son alucinantes y los trekkings ofrecen unas vistas impresionantes (los hay para todos los niveles).  La costa es muy abrupta y el paisaje es muy diferente al de la isla vecina. El puerto de Halifax puede ser un lugar perfecto para hacer una parada y disfrutar de un delicioso fish and chips al sol.

No muy lejos de allí, se encuentra el pueblo de Peggy’s Cove, una visita obligada. Su pequeño puerto, su faro, sus rocas, ¡todo parece sacado de película! La costa sur de Halifax es una sucesión de calas, a cada cual más bonita que la anterior. La isla también está llena de spots para practicar surf y kitesurf.

Nuestro consejo: aquí es donde se pueden ver las mareas más altas del mundo, en la Bahía de Fundy, pero para contemplarlas aún mejor, ve justo enfrente, en New Brunswick, al parque provincial de Hopewell Rocks.

Artículo escrito por Joana y Eric del blog Des Fenêtres sur le Monde.

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